LA ORACIÓN QUE PROVOCA MILAGROS
LA ORACIÓN QUE PROVOCA MILAGROS
Marcos 11:24
El recurso más importante que tenemos para captar la atención de Dios después de nuestra fe, es la oración. Sin la oración la fe no puede ser activada, porque lo que permite que la fe tenga resultados es la confesión que hacemos de ella. Y la fe sólo puede ser confesada a través de la oración. Jesús dijo: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.
Para entender el principio de la oración, es necesario entender la mente y el propósito del Creador mismo. La oración es un resultado de la estructura de la autoridad entre el cielo y la tierra, la cual fue instaurada por Dios; como también es un producto de la fidelidad de Dios a Su Palabra. La oración funciona porque Dios lo dice. Por eso Él declara: “Clama a mí, y yo te responderé”. Si tú en esta hora clamas a Dios con fe, Él te va a responder, y te va a dar tú milagro en este día, porque la oración provoca milagros.
Cuando Dios en el proceso de creación dijo del Hombre: “y señoree”. Con estas palabras, el Creador definió los límites de Su derecho para legalmente influenciar e interferir en el reino terrenal. Esto se basa en el principio de la integridad y el compromiso de Dios para con Su Palabra. ¿Por qué es esto tan importante? Debido a estos cuatro principios:
· El propósito de Dios es más importante que nuestros planes.
· Dios ha colocado Su Palabra incluso por sobre El mismo.
· Dios nunca violará o incumplirá Su palabra.
· La santidad de Dios es el fundamento de Su integridad y fidelidad.
Estos principios son esenciales para entender la naturaleza y el propósito de la oración que provoca milagros. Son estos preceptos los que hacen que la oración sea necesaria.
Cuando entendemos esto, podemos apreciar las implicaciones y el impacto de estas palabras iniciales enunciadas por el Creador durante la creación del hombre: "señoree...sobre la tierra" (Gn. 1:26).
Por favor, note lo que Él no dijo; Dios no dijo "señoreemos", sino que dijo, "señoree". Con esta declaración, Dios creó siete leyes principales:
·La autoridad legal para dominar la tierra fue dada solamente a la humanidad. Y esto implica que el hombre puede dominar todo lo que existe, menos otro ser humano como él.
·Dios no se incluyó a Sí mismo en la estructura legal de autoridad sobre la tierra, sino que se la delegó toda al hombre.
·El hombre pasó a ser el mayordomo legal del dominio sobre la tierra.
·El hombre es un espíritu con un cuerpo físico; por consiguiente, solamente los espíritus con cuerpos físicos pueden legalmente funcionar en el reino terrenal.
·Cualquier espíritu sin cuerpo es ilegal en la tierra.
·Cualquier influencia o interferencia del reino sobrenatural en la tierra, es legal solamente por medio de la humanidad.
·Dios mismo,quien es un Espíritu sin cuerpo físico, se sujetó a esta ley.
De estas leyes nacen los siguientes resultados:
·La autoridad legal en la tierra está en manos de la humanidad.
·El Creador, debido a Su integridad, no violará la ley de Su Palabra.
·Nada ocurrirá en el reino terrenal sin el permiso activo o pasivo del hombre, quien tiene la autoridad legal.
·El Creador y los seres celestiales no pueden interferir en el reino terrenal sin la cooperación o el permiso de la humanidad.
·Dios debe obtener el acuerdo y la cooperación de una persona para lo que Él desea hacer en la tierra. (Ez. 22:30).
Estos principios son cruciales para entender la naturaleza, el poder y el propósito de la oración.De estos preceptos obtenemos nuestra definición de oración.
¿Qué es laOración?
· La oración es darle a Dios el derecho y el permiso legal para interferir en los asuntos terrenales.
· La oración es darle al cielo licencia terrenal para influenciar la tierra.
· La oración es licencia terrenal para la interferencia celestial.
· La oración es ejercer nuestra autoridad legal en la tierra para invocar la influencia del cielo sobre el planeta.
Puede que estos aspectos definitivos de la oración sorprendan a muchos, pero un estudio detallado de la Palabra de Dios nos muestra que el cielo se mueve desde la tierra a través de lo que oramos. Nuestra oración permite que el reino celestial interfiera en el reino terrenal. Algunos pasajes de las Escrituras que lo afirman:
(2 Crónicas7:14),(Lucas 3:21), (Lucas 18:1-2), (Efesios 6:17-18), (1Tesalonisences. 5:16-19) (Mateo 16:19-20); (Mateo 18:18-20), (Santiago 5:16-18).
Estos pasajes dan ala humanidad la autoridad para determinar lo que ocurre en la tierra. La oración puede cambiar tú enfermedad en sanidad, tú escasez en abundancia, tú derrota en victoria, tú maldición en bendición, tú perdida en ganancia, tú problema en solución, tú angustia en paz; la oración lo puede hacer en esta misma hora, porque la oración provoca milagros.
En cierta ocasión John Wesley dijo, "Dios no hace nada sí no es en respuesta a una oración". Por lo tanto, la oración no es una opción para la humanidad sino una necesidad. Si no oramos, el cielo no podrá interferir en los asuntos terrenales.
Es de suma importancia que tomemos responsabilidad por la tierra y que determinemos lo que ocurre aquí por medio de nuestra vida de oración.
Te invito en este día a que descubras que tienes poder, autoridad y derecho legal en la tierra y a que te conviertas en un canal de fe para la influencia celestial en los asuntos terrenales. El cielo depende de ti, y, la tierra te necesita. Sin ti, el cielo no lo hará- y sin el cielo la tierra no lo logrará.
Recuerda la gran petición que Jesús hizo cuando Sus discípulos le preguntaron cómo debían orar: "Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tuvoluntad, como en el cielo, así también en la tierra" (Mateo 6:9-11).
El cielo necesita que tú le otorgues licencia para impactar la tierra. Tú puedes hacer la diferencia y cambiar el curso de la historia de esta tierra, de tú vida, de tú familia, de tus finanzas, de tú salud, de tú matrimonio, de tus hijos, de tu negocio, etc., si tan sólo consigues entender el propósito y el poder de la oración. Tú oración provoca milagros. Y en esta noche a través de lo que vas a orar, tú milagro va a venir a tú vida. ¡Aleluya!
Ismael Pinto Barreto